Podría pasarme horas hablando maravillas de Parque Del Río. Podría escribir páginas y páginas de cada uno de los bonitos sentimientos que me han hecho sentir desde el primero momento. El lugar tiene magia, tiene encanto, tiene un algo que es difícil de describir. Si bonitas son las fotos, en persona es otra historia. La comida es, simplemente, excelente. Exquisita, bien presentada, y os aseguro que ninguno de vuestros invitados se irá insatisfecho. El trato del personal es tan amigable, que los sientes parte de tu familia. El equipo de camareros y camareras es de primera. Antonio es el director de servicio, y su profesionalidad y calidez os harán disfrutar de vuestro día, y no de los mil detalles del día B. Mi querida Sarah, merece una mención aparte. Más que una wedding planer, será vuestra mejor consejera, será luz en días de incertidumbre, será vuestra mejor compañera en cada uno de los pasos que vayáis dando. Lola es generosidad y perfección. Creativa y exigente en su trabajo, a la vez que cariñosa y atenta. Las instalaciones os aportarán todos los ambientes que queráis, os repito, es pura magia. En para los servicios externos, solo tratan con los mejores, aquellos que os aseguran brillar al 100%
Da igual los retos que les presentéis, ellos siempre van a superar tus expectativas. Quería volver a revivir el 29 de febrero una y otra vez, y así, sin cesar. Gracias, Parque Del Río, por hacer posible lo imposible. Siempre en mi corazón